Hace ya mil años que los japoneses tienen conciencia de esta peligrosa zona; la han llamado Ma-no Umi: el Mar del Diablo.
El Triángulo del Dragón forma un patrón triangular. Partiendo del Oeste de Japón, al Norte de Tokio, sigue una línea hasta un punto del Pacífico que se encuentra a unos 145ª de Latitud Este. Ambos se encuentran en los 35º de Latitud Oeste y Este respectivamente. Pero las semejanzas no terminan aquí, ambas zonas se situan en el extremo oriental de las masas continentales, en la caida hacia aguas profundas donde el mar se ve arrastrado por fuertes corrientes encima de zonas volcánicas activas.
Son numerosos los testigos de avistamiento ovni en esta zona del Pacífico. Se baraja la posibilidad de la existencia de una gran base extraterrestre en las profundidades del océano (las fosas alcanzan los 12.000 metros de profundidad), ellos provocarían las anomalías magnéticas.
Sudeste de Japón: Mar del Diablo
El Mar del Diablo: Este mar se encuentra en el oeste del océano Pacífico, entre Japón y las islas Bonin. Desde hace siglos centenares de naves desaparecieron allí sin dejar rastros. En 1967 las tripulaciones de tres barcos mercantes vieron "ruedas submarinas fosforescentes", como bandas luminosas que se movían rápidamente bajo la superficie de las aguas y que irradiaban desde un foco central giratorio.
Según una leyenda japonesa, existe bajo el "Mar del Diablo" un reino donde el tiempo se detuvo.
Pintura de la japonesa Mazakii:
En ese lugar se producen extrañas desapariciones.
Yuko Shimizo; ilustradora japonesa.
Otro mito es que -como el Triángulo de las Bermudas- el Mar del Diablo es la única área donde la brújula apunta hacia el Norte verdadero y no hacia el Norte Magnético.
Es zona volcánica activa.
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