La labradorita, es un aluminosilicato de sodio y calcio descubierto en la Península del Labrador.
La labradorita es un mineral verdaderamente bello y fascinante. Se forma en la cristalización de rocas igneas y metamórficas. De su origen se puede decir que es magmático en gabros, basaltos, anortositas; metamórfico en anfibolitas.
Es una piedra que contiene una enorme energía altamente mística y protectora. Eleva la conciencia y nos ayuda a conectar con energías universales.
Para concentrar sus efectos se la pule en esfera.
Alinea el cuerpo físico y espiritual, ayudándonos a saber cómo andar nuestro camino, indicándonos cuando es el “momento justo” para actuar, mandándonos señales psíquicas.
Aviva los recuerdos del pasado, de esta u otras vidas, que nos impiden evolucionar, ayudándonos a superar los “traumas” generados por ello. Sus energías nos acompañan en los momentos de cambio en nuestra vida, cuando necesitamos fuerza y energía extra.
Acrecienta el impulso creativo y la inspiración, sobre todo es recomendada para cuando tenemos una falta de creatividad, dotándonos de una mayor capacidad de actuación en estos campos. Energiza la imaginación haciendo que surjan nuevas ideas.