El físico de plasmas Jack Scudder, de la Universidad de Iowa,
explica: "Los llamamos puntos X o regiones de difusión de electrones son
lugares donde el campo magnético de la Tierra se conecta con el campo magnético
del Sol, creando así un camino ininterrumpido que va desde la atmósfera de
nuestro planeta hasta la atmósfera del Sol, a 150 millones de kilómetro".
Observaciones llevadas a cabo por la sonda espacial THEMIS (Cronología
de Eventos e Interacciones a Macroescala durante Subtormentas), de la NASA, y
por las sondas espaciales CLUSTER, de EUROPA, sugieren que estos portales
magnéticos se cierran y se abren docenas de veces al día. Típicamente, se
localizan a algunas decenas de miles de kilómetros de la Tierra, donde el campo
geomagnético se topa con el arremetedor viento solar.
La mayoría de los portales son pequeños y de corta duración;
otros son muy grandes y duran más tiempo. Toneladas de partículas energéticas fluyen
a través de las aberturas, golpeando así la atmósfera superior de la Tierra,
desatando tormentas geomagnéticas y provocando brillantes auroras polares.
La NASA está planeando una misión llamada "MMS" (Misión
Multiescala Magnetosférica), la cual está programada para ser lanzada en el año
2.014 con el fin de estudiar el fenómeno.
Equipadas con detectores de partículas energéticas y
sensores magnéticos, las cuatro sondas de la MMS se dispersarán en la
magnetósfera de la Tierra y rodearán a los portales para observar cómo
funcionan.
Solo hay un problema: encontrarlos. Los portales magnéticos
son invisibles, inestables y evasivos. Se abren y se cierran sin previo aviso
"y no hay señales que nos guíen", destaca Scudder.
Datos de la sonda polar de la NASA, recolectados alrededor
del año 1.998, proporcionaron pistas cruciales para encontrar los puntos
magnéticos X. De hecho, existen señales, y Scudder las ha encontrado.
Para aprender a localizar estos eventos, Scudder observó
datos proporcionados por una sonda espacial que orbitó la Tierra hace más de 10
años. "A finales de la década de 1.990, la SONDA ESPACIAL POLAR, de la
NASA, pasó años en la magnetósfera de la Tierra", explica Scudder,
"y, durante su misión, encontró muchos puntos X."
Debido a que la SONDA POLAR llevaba sensores similares a los
de la MMS, Scudder decidió ver cómo era un punto X para la Sonda Polar.
"Usando información tomada de Polar, hemos encontrado cinco simples
combinaciones de mediciones del campo magnético y de partículas energéticas que
nos dicen cuando nos encontramos con un punto X o región de difusión de
electrones."
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